Las prescripciones veinteañales son prácticamente una industria en la provincia. Un esquema donde en este caso, entró a jugar también el fiscal de Cámara Gustavo Schmith. Los polémicos loteos que adquirió sobre la ruta provincial 43, nunca estuvieron habitados ni por los perros, pero junto a la abogada Griselda Aquino compraron supuestas cesiones de derecho a gente que jamás vivió en el lugar, como para creerse poseedores de la propiedad. Un tremendo invento. Por eso no corrió la prescripción adquisitiva. Y no porque faltaban años para completar los 20. El Grupo Nielsen, poseen la ingeniería de estas industrias que no solo suceden en las afueras, sino que aparecen también en varios barrios exclusivos y del centro de la ciudad de Corrientes con otros operadores. Los Nielsen tienen aceitada información precisa del municipio de terrenos abandonados por los dueños, hacen una mensura con connivencia de Catastro, e inventan una prescripción adquisitiva. Se quedan con los terrenos o ceden los derechos. Como la bomba explotó, todos se desconocieron. Se mejicanearon y se traicionaron. Es un importante lote de timadores que viene operando hace años, y que la justicia trata de agarrarlos como gallinas que le abrieron el corral, pero no sabe a quién de ellas correrle primero.
Hay orden que al titular de Catastro Narciso Santín Tofoletti no se lo toque. Hasta ahora no lo citaron. Se supo que buscó comprar un testigo falso, pero no le funcionó. Trabajó junto Armando José Pérez, ex director de esa entidad, a quien le sucedió tras su fallecimiento. Tofoletti fue el testigo falso de Pérez en una denuncia por acoso sexual. El funcionario muerto, era consuegro de un varias veces gobernador. A buen entendedor.
Mañana declara Martín Valdéz, pero este es con Z, no tiene nada que ver con Gustavo Valdés que es con S. Está en el juego de las prescripciones. El 26 de mayo lo hace Griselda Aquino, y el 3 de junio su socio Gustavo Smith. Todos como imputados.